lunes, 2 de diciembre de 2013

"A Blink" y un puñado de dolares..

"Al final no importan los años de vida,sino lo vivído en esos años"
                                                           Abraham Lincoln.

    Si algúna escuela especializada en la enseñanza de idiómas tenia cierta reputación en la capitál cubana, era la Abraham Lincoln.Escuela bien populár entre la población interesada en ese tipo de estudios y que además,estaba localizada en el Vedado y tenia un cierto glamour que resultaba irresistiblemente atractivo.Las demás escuelas de idiomas pudieron sér buenas tambien,pero el primér nombre que venia a la mente cuando se trataba el tema de estudios de idiomas era "La Lincoln",una especie de Yankee Stadium en el mundo de la enseñaza de lenguas extránjeras.Allí tambien llegué yo.
   Era 1994 y alguien que ahóra no recuerdo,me consertó una entrevista con el directór de la Lincoln,el profesór de italiano ya fallecido, Manuél Sanchez Pertierre.Tuvimos una corta entrevista y me contrátó a medio tiempo para trabajar con un grupo en la sesión vespertina.Para entónces ya mi tiempo en la escuela de ballet habia llegado a su fin,no habia más contrato para profesores de inglés,por lo que encontrar ese hueco en la Lincoln era un buen respiro.Ya dije que yo llegué a sér relativamante popular en el mundo del profesorado de inglés,pero ya la tál popularidád  empezaba a arruinarse y mi "hoja de servicio" ya se notaba dañada,el alcohól y otros comportamientos inapropiados se habian hecho cargo de cerrarme muchas puertas,era un procéso de autodestrucción que me duraria un buen tiempo.
Pero logré entrár en la Lincoln y no pasó mucho tiempo en que tuviera contrato a tiempo completo.
Un año antes habia yo trabajado con un grupo de profesores de esa escuela que prestaron sus servicios al Ministerio del Turismo e impartiamos cláses a trabajadores de esa esféra,cajeros,dependientes,maleteros,barman etc.Esa etapa no estuvo mal y por primera véz enfrenté algo hasta ese moménto desconocido para mi,el soborno.
En el año 93 se despenaliza el dólar y los cubanos nos lanzamos desaforadamente en su búsqueda y en su uso,la gente inclúso empezó a pagar grandes y medianas sumas por un puesto de trabajo que reportara ganancias en esa monéda.Les impusieron como requisito el aprendiaje de idiómas a estos trabajadores del turismo y el mantenerse en su puesto de trabajo dependia de las calificaciones obtenidas en dicha asignatura.Un cajero del Hotél Inglaterra no estaba dispuesto a perder su empleo por un desaprobado en Inglés,por tanto pagaria si era necesario y a veces,pagaria bien.
Pequeños "regalos" se me hicieron y muchos los acepté,pero el que nunca olvido es el que vino de un alumno que para entónces tendria entre cuarenticinco y cincuenta años (me reservo su nombre) y que llevaba más de quince en el mismo puesto de trabajo en un centrico hotél de la capitál.El venia de Pinar del Rio y habia logrado sobrevivir en la Habana,habia construido un hogár y ahóra tenia mujér joven e hijo de meses "si yo pierdo este empleo por culpa de una prueba de inglés,mejór me suicido!!"-me decia con cara de preocupación.Le prometí ayudarlo pero le advertí que el lo lograría sólo,sin "regalo" de por medio.Trás el exámen y mientras calificaba su prueba,me dí cuenta que tenia que "ayudarlo"un póco y terminó en la lista de los aprobados,nunca le dije nada de mi "ayuda".El día que en el aula le anuncié el aprobado se puso tan contento que casi llora,no es común vér a un hombre de campo y de trabajo y ya con esa edád,llorando por un exámen de inglés.
Un domnigo me tocaron el timbre de la casa,miré por el balcón y allí estaba al guajiro,que sonrriente me pedia que bajara a su encuentro.Me entregó un sobre y me dió las gracias,se fué rapido en su bicicleta,yo me volví a mi casa y abrí aquél sobre,contenia un pañuelo y cinco billetes de veinte doláres.Con el pañuelo me sequé las lagrimas de tanta emoción!...con el dinero,al otro día ni me acordaba que habia hecho.
Otros regalos consistieron en ropa y ron,pero jamás comercié con ellos y juro que tampóco acepté favores de indole sexuál,aunque estuve muy cerca de caér en eso,supe rechazarlos a tiempo.Aún no me consideraba tan necesitado como para llegár a ese extrémo,hoy a mis cincuenta años,no consta en mi record que haya pagado a una sola mujér por un póco de carne.
Aquél regalo me quedó en la cabéza por un buen tiempo y hasta llegué sentir cierta culpabilidád,pero yo no era más que un tonto en aquél mundo corrupto que empezaba a habitar la sociedád,unos meses después salia a la lúz que el flamante directór del centro,habia sido "obsequiado" con una licencia de conducción que le permitia a manera tambien de "regalo",manejar un taxi de turismo en el Hotél Capri,lo haria en el turno noctúrno y por la izquierda,por lo que no tenia que reportar ganancia ningúna.
Volviendo a la Lincoln,doy por seguro que allí se reunia lo mejór y más preparado de cuanto grupo de profesores yo habia trabajado en mi vida.Agobiados por la crisis que atravesaba el país,si,pero eso no les quitaba su profesionalismo y sus conocimientos,muchos vestian zapátos gastados o simplemente no tenian la ropa de moda,pero sabian lo que hacian y lo hacian bien.La subdirectora Nilda Ricardo es un fiel ejémplo de lo que refiero,como decimos en Cuba,"habia que contar con ella para hablar de la enseñaza del francés!" y su nombre anda en más de un método de esa lengua.No menciono al resto pués no tengo su autorización,pero a todos,desde los fundadores de aquella escuela hasta los que fueron llegando después,les doy mi califiación más alta.
Y allí estaba yo entre ellos,pero arrastrando el mismo probléma de siempre,mi escaso noveno grado y por primera véz fui descubierto.Alguien en el Municipio de Eduación se interesó por mi nivél escolar,toda véz que no constaba en mi expediente laborál nada que certificara mi nivél preuniversitario vencido y mucho menos uno que me abalara como prfesór de idiomas graduado en el ISPLE (instituto superior pedagógico de lenguas extranjeras).Parecia que habia llegado el fin, pero al parecér yo era algo imprescindible al menos para terminar aquél curso y el director de la Lincoln me propuso hacerme un exámen de inglés para que asi pudiera yo obtener al menos un titulo de la escuela!!,la misma escuela donde laboraba me daria un titulo!..pués era vergonzoso que yo ni siquiera poseyera el titulo para el cuál preparaba a mis alúmnos.Costaba sesenta pesos y tomó un tiempo,pero lo hice.
En esa escuela conocí mucha gente,algunos que incluso llegan hasta estos días y a los que recuerdo con cariño y afécto.Nilda Ricardo se convirtió en una especie de nueva familia.
Mucha gente sentia, como ya dije, una casi perversa atracción por aquélla escuela,me refiero a que aún siendo la matricula en este centro completamente gratis,muchos aspirantes a alúmnos pagaban por esa matrícula,en una ocasión recuerdo a un chileno pagarme póco menos de cien dolares por un par de inscripciones,las dós alumnas favorecidas solo asistieron a la escuela en trés o cuatro ocasiones.Otro fenómeno muy de moda era que algúnas embajadas otorgaban visas preferentemente a aquéllos ciudadanos que trabajaban o estudiaban,razón que-(asi lo creian inocentemente los funcionarios diplomáticos)-obligaria a estos cubanos y cubanas a regresar a Cuba trás unas vacaciones en Italia,Alemania o Francia.El caso es que estos cubanos y cubanas se iban corriendo a la Lincoln y trás pagar lo que fuera aseguraban su matricula.Las aulas correspondiente a lengua italiana no se diferenciaban mucho de la casa de modas "La Maison",con fragancias incluidas.Por alguna razón,los estudiantes de este idioma ya se sentian italianos antes de llegar a Italia y como tal se comportaban y hacian todo su esfuerzo por marcar la diferencia entre ellos y un sombrio alúmno de alemán,por ejemplo.En los años 90´s y de haber sido votado en referendum,Cuba se hubiera convertido en un nuevo "paese de la Italia".
A finales de 1997 y a manera de deshacerse de mi,la Lincoln me entregó en cuerpo y alma a prestar mis servicios en una empresa de Ingenieria y Arquitectura que se dedicaba desde los proyéctos,a la construcción de Hoteles e instalaciónes turisticas.Era un buen lugar para trabajar y el ambiente humáno era tambien digno de mencionar en este escrito,inclúso Cosset trabajó conmigo un tiempo y créo recuerde y concuerde conmigo.Fuí yo quien una véz más,lo echó a perder todo,el alcohól y otros desórdenes me sacaron de allí y el finál tuvo un aspécto terrible.
Intenté un regreso a la Lincoln pero solo sirvió para empeorár aún más mi situación,trás unos pócos dias yo mismo decidí terminar.
 La Escuela de Idiomas Abraham Lincoln fué construida desde sus inicios con ese propósito,su acústica y alguno de sus salónes (ya en abandono cuando yo entré como prefesór) asi lo anunicaban,era además un lugar confortable y bien iluminado que contaba inclúso con elevadores que funcionaban!!  cosa rara en la Cuba de entónces.Pero un buen día le llegó tambien el finál a esta escuela insignia,Eusebio Leál,historiador de la Habana Colonial,decidió la reconstrucción del sitio donde radicó la primera Universidad de la Habana en los tiempos del coloniaje españól.Para los noventa, se asentaban allí las oficinas del Ministerio de Educación y sus trabajadores debian,por supuesto,ser reacomodados en otra instalación que cumpliera con las condiciones de trabájo adecuadas,entónces y sin contar con nadie,se decidieron por la Lincoln,era el finál.
Para la nueva Lincoln y sus trabajadores,las autoridades encontraron y ofrecieron una casona en decadencia en la avenidad de los Presidentes (calle G).La hé visitado en varias ocasiones y el descontento es tál que créo que jamás trabajaria allí con gusto.Eso si!..nos devolvieron la estatua de brónce del presidente norteamericano que dá nombre a la escuela.

  Nota:Corrian los finales de los años noventa y una buena mañana amanecimos sin el busto del presidente Lincoln en el pedestal de cemento en que habia estado durante más de cuatro decadas,simplemente los habian robado.Se decia que ya un turista habia ofrecido al custodio de guardia una suma importante.La figura reapareció al cabo de un año créo recordar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"La Lincoln" y sus profesores fueron, a pesar de los escasos recursos con que operaba, indudablemente de las mejores instituciones que ha tenenido Cuba.
Alejandro