viernes, 8 de noviembre de 2013

Pequeña interrupción de la Fiesta.

"Un hoy vale por dós mañanas"
                       Benjamin Franklin.

   El hecho de sér seis en convivencia requeria de cierto orden,una especie de reglamento fué dictado y casi siempre cumplido.Una de las normas que afectaban a Sergito era la prohibición de dormir las mañanas,antes de las 9am de un domingo cualquiera el padre "asaltaba" el dormitorio y creaba una situación de alarma de combate.Esa norma nunca me afectó,jamás hé dormido más allá de cinco o seis horas seguidas,en cambio,la prohibición de bebér alcohól en la casa si me resultaba molesta.Mantener la botella escondida en el cuarto traia como consecuencia que la debia bebér sin la compañia que hace más digerible el violento liquido.De todas formas lo hacia aún en contra de mi bienestar,mi cuerpo aún no asimilaba el alcohól y por lo generál las ingestas terminaban en profusas vomiteras y la clásica "resaca" que no me dejaba ni mirar la lúz del dia de la mañana siguiente.
Esta es la primera véz que menciono mi relación con el alcohól,pero a partir de ahóra se encontrará en mucho de mis eventos personales.Por el moménto digamos que experimenté mi primera borrachera a los quince o dieciseis años,se inaguraba en la "Rada" la primera discoteca de Varadero y tal véz de toda Cuba,me perdí entre tantas luces de colóres,"Stayin Alive,Night Fever" y cubalibres.
En la casa-cuartel de Santa Marta las cosas se movian en armonia,del mando superior puede que viniera alguna reprimenda pero entre los nuevos hermanos no recuerdo situación desagradable alguna.Existió una quimica desde el primer momento y mejores hermanos no me hicieron falta,ellos entónces y aún, cumplen su papél en lo que a familiaridád respécta.
  No se puede decir que mi familia haya afrontado serios problemas económicos a lo largo de esta era socialista en la que ha vivido Cuba por más de medio siglo,por supuesto que el Periodo Especial,como eufemisticamente se nombró a la terrible crisis económica de principio de los noventa,tocó las puertas de la inmensa mayoria de los cubanos y nosotros no fuimos la exclusividad,pero el resto del tiempo estuvimos al margen de muchas carencias,siempre tuvimos conqué vestirnos,comér decentemente e incluso vacacionar.Amén del salario de los jefes de familia,creo que el factór fundamental que nos mantuvo en esta especie de "clase media" fué la austeridad casi monacal en que vivimos,sin gastos superfluos ni vanidades de ningun tipo.La fiesta de quince años de mi hermana fué tan frugal como la personalidád de la homenajeada.
En mi casa nunca há habido una paréd sin pintar o un mueble dado por inservible,ni siquiera se encuentra un bombillo fundido que no haya sido repuesto en pócas horas.Jamás tuvimos lazos de colóres pero hemos sabido sér felices sin el tentadór oropél.
El climax de nuestro estatus llegó cuando a los padres le fué asignado un auto a principios de los ochenta,era un Moskovich "nuevecito de paquete" y que por su colór se le conoció como "La Mandarina".La pesima situación del transporte en Cuba existe desde que yo abrí los ojos asi que La Mandarina jugaba un papél importante en las idas y venidas del trabajo de los flamantes dueños.Por supuesto que tambien sirvió paseos,gestiones y hasta ambulancia para vecinos.Pero la historia que siempre se recordará de aquel auto será el infructuosó viaje a Varadero en el verano del 82.
Los preparativos estuvieron a la altura de una misión de la NASA al iguál que el embalaje,piloto y copiloto en sus puestos y los cuatro tripulantes bien empacados en la retaguardia.Sergio era entónces un chofér sin mucha experiencia y se comprobó poco antes de entrar en Matanzas,un "caballito" le hizo señas para que se estacionara y la manera en que detuvo el carro llamó mucho la atención del policia.Se le fué impuesta una multa.Continuamos camino y entramos finalmente en Varadero,nuestro destino era el Hotél Internacional y por no sé qué razón usamos la via del mar del sur en véz de 1ra,el caso es que llegando al Torreón y a pocos metros del arco que anuncia la entrada del Hotél hizo el necesario giro a la izquierda y pum,pum,pum,pum...el carro rodó loma abajo,la poquisima velocidad a la que andabamos evitó males mayores asi como el pasto verde y suave que escogimos para el aterrizaje.Recorrimos entre diez y quince metros en esa voltereta cuesta abajo y ya detenido el carro pudimos salir.Hube de rompér de un codazo el parabrisas trasero para poder salir pués todos los demás muchachos me quedaban encima y mi puerta quedó contra el césped.Ya fuera y al comprobar que no estabamos mal heridos nos compusimos y se mantuvo la cordura,quien más asutado estaba era un chofér de camión que desde su altura y con las manos en la cabeza nos observaba y preguntaba cosas.Ocupé mi puesto de lugarteneinte y dirigí la operación,enviando a mi mamá al policlinico pués fué la unica herida y llevandome a al resto de la tropa al hotél Atabey donde nos esperaban los Cutiño-Gonzalez.Di la noticia dejando saber con el rostro que nada grave habia pasado y me fuí con el tio al policlinico al rescate de mi mamá.Ya allí,el policia a cargo del accidente se identificó con el tio y pronto mantuvieron una amistosa conversación que se resumia en las posibles causas del accidente:
___Bebe su cuñado coronél?--preguntó el caballito
___Café con leche..mucho,pero no creo que le haga tanto daño---respondió el tio.
La vida siguió,el carro se reparó y continuó su cometido y con excepción de una rotura que los dejó en medio del tunel,nunca más se sufrió un accidente,mucho menos masivo.
Sergito empezó a trabajar como empleado de una tienda distinguida y a mi en el Mercado Centro me iba bien,sobre todo en eso de huirle al mal universal del "llamado al Servicio Militar",ese espacio que existe en nuestras vidas y que consiste en perder el tiempo miserablemente justo cuando empezabas tu juventúd y lo más importante era igual, perder el tiempo miserablemente, pero a tu antojo.
El caso es que todo terminó un buen día.Sergito cumpliria diecinueve y yo ventiuno y si seguiamos huyendo,corriamos el riesgo de que nos tocara a una edád más avanzada.Así que nos presentamos en el "Comité Militar" de la calle Salúd y trás un breve chequeo medico y muchos papeles fuimos aceptados para cumplir el deber sagrado con la patria.
Una sucursal del Comité Militar estaba situada en el "Pontón" y al frente de ella estaba una mujér obesa que llegamos a concér como "la gorda del Ponton",eran tan frecuentes nuestros encuentros que se nos hizo casi familiar.En las distintas entrevistas que me hicieron en el Comité Militar habia una pregunta recurrente y muy de moda:
___"Está ustéd dispuesto a cumplir Misión Internacionalista?"
La respuesta que yo siempre dí fué positiva,yo decia "si",pero siempre tenia la esperanza de que ese  "si" no fuera audible y que mucho menos "sirviera para tomarselo en serio",era un "si" de carretilla,de puro trámite.El "no" como respuesta te marcaba mucho y no era conveniente,se comentaba incluso que aquellos que se atrevieron al "no",se les enviaba a unidades militares de mucho rigor y que podian incluso estar ubicadas en Guantánamo.Además habia un dato atractivo,quienes cumplieran misión internacionalista solo estarian en activo por dieciocho meses,contrastante con los trentiseis que consta segun ley.El"si" que yo decia era un reflejo de mi actitúd ante la vida,salir de la situación sin que importe mucho el mañana o las consecuencias que traiga,como en la novela de James Clavel"Shogun" cuando un personaje dice: "El mañana no existe Omyin sam,sólo existe el hoy...".
La cuestion es que al parecér Sergito y yo estabamos confiados en que nuestra disposición a marchar al Africa no fuera tomada muy en cuenta,creiamos que para esas misiones se necesitaba de "hombres fuertes y a prueba de todo" y nosótros no eramaos más que un par de personajillos urbanos que no sabriamos sobrevivir más allá de una playa,pensabamos que con nosotros nadie contaria para liberar  un país a 14,000 kilometros de distancia.Estabamos equivocados.
El 6 de Febrero de 1983 nos unimos al ejercito y aquella pregunta recurrente que tanto nos habian hecho en las entrevistas y a la que siempre respondimos con un "si", ya eran una realidád afirmativa e irreversible.
___"Ustedes han sido seleccionados para cumplir honrrosa misión internacionalista en la R.P.A (angola) y lo haran como especialistas de aviación de combate y coheteria y para ello pasaran un curso de trés meses de duración,yo soy el Teniente Dennis"---decia un militar con cara y modales nobles.