martes, 26 de noviembre de 2013

Los Noventa.




         Una véz expulsado del Centro de Idiomas de Cubanacan,mis opciones eran bien raquiticas en cuanto a encontrar otro puesto de trabajo con similares condiciones,por lo menos en esa empresa no lo encontraria y muy probable era tambien ,que ni siquiera  otro empleo relacionado con el mundo turistico que entónces, empezaba a florecér en Cuba.,ya Sidney Gordon habia muerto y ya dije que yo habia muerto un póco con el.Entónces sin pedirlo,una mujér intima me ofreció álgo muy atractivo,ella era una simple camarera de Hotél, pero me aseguró "que podia interceder por mi" ante el mismisimo dueño del Hotél y encontrarme algo en que trabajar.Asi fué,una mañana esperé en un lobby del Hotél Comodoro a que mi "angel de la guarda" hablara en mi nombre con el señór Fernández Munio,a la sazon,co dueño del Hotél en cuestión.Su gestion duró menos de cinco minutos, al final de los cuales me informó radiante que yo formaria parte de un grupo que pasariamos un curso de Animación Turística,un empleo bien remunerado y solicitado,trabajár de animadór turistico era algo así como un pasaporte con visa estampada,con muchas posibilidades de terminar tus dias en México,Canada,Italia o España.Aquello era un vacilon,un semi analfabeto españól estaba al frente del curso,se apellidaba Burgos y créo que venia de ciudád homónima e intentaba hacernos creér que habia visto mucho mundo.
La parte práctica del curso constaba de depórtes acuaticos en piscinas,tirar dardos y payasear bailando o simplemente payasear sin musica,todo en función del entretenimiento del cliente,que no debia abandonar la instalación hotelera e irse a gastar sus monedas en otro hotél,para eso estabamos nosótros,para ofrecerles toda la opción posible sin tener que salir del recinto hotelero.Habia una animadora en cuestion a la que ellos obedecian y por la que sentian una morbosa atracción,ella en cambio,los "acaballaba" desde que sonaba el despertadór,les vendia tickets de loteria y les prometia "un buen regalo sin resultaban ganadores del premio".Para un hombre no era dificil comprender las razónes por las que los turistas compraban cuanto vendiera esa animadora,era simplemente una hembra de ley,de ahí que un peninsulár de nombre Javier casi perdiera la cabéza.Era una hembra de esas que casi vale la pena que un padre celóso quiera tirar a un intruso por el balcón.Una véz me invitó a comér y yo comí.Un buen día se unió al comité olimpico de un país sudamericano y allá se fué a interesarse por el ciclismo.Aún recuerdo el moménto de despedirnos,en la centrica esquina de L y 23 nos dijimos adiós sin prometernos nada.
El otro animadór era un antiguo conocido,el Didi,del que ya hé escrito anteriormente,con muy buenas intenciones y muy mala cabéza.Para completár,yo me uní a ellos dós y fué entónces peór,estabamos a riesgo y lo sabiamos,pero no nos cuidabamos de nada,yo a mis treinta años era el mayór del trio,los jovenes me daban vuelta y media.Por alguna razón desconocida, terminabamos cada noche en el Papa´s de la Marina Hemingway,lugár exclusivo de entónces cuya entrada se pagaba en dólares norteamericanos,transacción estrictamente prohibida por ley,ya dentro y en los inicios, tratabamos de mantener un perfil bajo,cosa de no hacernos notar demasiado,pero los tequilazos y el baile a ritmo del Generál nos fueron poniendo sabrozones y llegó el momento en que Didi tomaba el micrófono y anunciaba a todo el mundo que "los animadores del Comodoro estabamos presentes!!" y de paso,invitaba a todo el mundo a gozár en la piscina a la mañana siguiente,toda esta presentación se hacia con una lata de cerveza en la mano,yo,parado un póco más atrás,pedia lúces y hablaba en inglés.La Explosión se oyó en Hong Kong,se nos acababa toda la fiesta,ni Paco pudo con el compañero del PCC que nos acusaba y nos pedia sanción,un viejito siniestro que de solo pronunciar su apellido la gente sentia un miedo sepulcral.Dije adiós asi a una de las mejóres etapas de la vida,ya empezaban a sonar el hambre y los desabastecimientos,estabamos en el 91 y pronto vendria lo que eufemisticamente se conoce por "El Periodo Especial".
    No recuerdo como,pero terminé un buen día con un contrato para impartir clases de Inglés a animadores turisticos en el Hotél Kohly,me recuerdo inclúso disfrutando álgunas noches del show que escenificaban las nadadoras de sincronizado en la psicina de aquél lugár,pero aquello tambien terminó y me quedé preso de mi intulidád y de los celos extrémos de una mujér que muchas veces no me dejó salir a la calle,para lo cuál me compraba una botella de vino tinto de dós litros y cigarrillos Marlboro,cerraba la puerta por fuera y "se tragaba la llave".Ella no permitiria que nadie se me acercara en su ausencia,llegó a extrémos alucinantes y que rozan en la decrepitúd anticipada,tomando en cuenta que solo contaba esa criatura con veinte años de edád y prefriero no escribir de lo que fué capáz,yo muchas veces desperté con unas misteriosas tijéras enrredadas en mi sabanas.
Al este respécto,cuento que un buen día,una mujér conocida y con la que jamás tuve relación carnál alguna, pero que obviamente se sentia atraida por mi,me tocó la puerta y me propúso irme a trabajar con ella a un centro turistico casi exclusivo para turistas canadienses ubicado en Hoguin,era un paraiso,me dijo y además de las condiciones de trabajo (viviriamos en una habitacion del hotél) las posibilidades de "empatarme" con una mujér extranjera e irme a vivir fuera eran altisimas,aquéllo era una especie de trampolin entre la mugre que ya se visualizaba en Cuba y el Dorado de allá afuera.El caso es que rechazé la oferta,los ojos conque me miró la Cecilia que me ocupaba y custodiaba me hicieron saber que "le destrozaria el alma si me iba de su lado" y además,ya ella tenia planes para nosótros dós en eso de irnos del país..."dame un tiempo,pero por favór no te vayas ahóra.."yo me lo creí.Le ofrecí el puesto a Diosdado que,sin pensarlo mucho,partió a Holguin.
Conclusión:Me quedé en la Habana y muy pronto se terminarian los dias con la verde y cristalina Cecilia.La mujér que vino a ofrecerme el empleo partió al Canadá.La encontré en la Habana unos años después,andaba de visita,vivia en Torónto y era felíz.Diosdado por su parte,trabajó en aquél lugár y finalmente conoció a la ciudadana alemana que lo sacaria del país.Nunca me reproché el haber tomado aquélla decisión,jamás hubiera optado por hacerle dañar a la persóna que tenia a mi lado y que tan necesitada de mi parecía,preferí mil veces no verla sufrir y eso me reconforta.
  Entónces llegó Carlos Buzzi y me propúso irme a trabajár con él,seria profesór de inglés en la escuela Elementál de Ballet Alejo Carpentier,situada en la esquina de L y 19,en pleno Vedado.Acepté y no me arrpentí,su directora, Silvia Rodriguez,una amiga y profesional educadora,allí tambien vivi un cuento bonito y allí estuve a punto de irme a Tel Aviv,capital del estado de Israél.